20081209


Otros jerarcas (los «cuatro» Mandamases que dominan la economía mundial) con otros dogmas (la eficiencia y ecuanimidad del mercado como regulador de los flujos de bienes y servicios); otros rituales (consumismo desenfrenado, desprecio del medio natural, trabajo extenuante, TV diaria…); otros dioses (El dinero y el poder); otros premios (El acceso al trabajo para los dóciles, la ambivalente casa con hipoteca a 50 años; Los altos ejecutivos tecnificados se escapan del pelotón bajista de las retribuciones; La financiación a los países en desarrollo por el Banco Mundial si cumplen las normas de apertura de mercados…); otros castigos (La exclusión social por el pecado de rebeldía; La explotación esclavista o la muerte por inanición; La estigmatización del pensador disidente; Las sanciones del 300% por defraudación al fisco; …); con otros sermones (Eficiencia, productividad, especialización, individualismo, privatizaciones…); desde otros púlpitos (TV, radio, diarios, empresa…); con otros catecismos (Legislar para el poderoso o no legislar para dejar que éste campe a sus anchas); con otras guerras santas (Irak, Afganistán, las revueltas entre facciones promovidas por las grandes compañías en busca de riquezas naturales o de campos de ensayo de nuevos armamentos, que asolan África…). Esta nueva religión pretende -y consigue- educar al hombre actual y llevarlo al redil de los acólitos del pensamiento único, así lo haga mediante la intoxicación comunicativa o mediante la declaración de guerra cultural entre civilizaciones. Como toda religión -lo reconozcan o no- los nuevos sumos sacerdotes, los Mandamases, pretenden la aniquilación o fagocitación de las demás corrientes religiosas. Ahora se ataca principalmente al Islam (Por ser enemigos ancestrales del pueblo judío que es el que en la actualidad ha vuelto a dominar la economía mundial) pero cuando esa batalla esté en su fase final empezarán las siguientes contra los llamados caminos de liberación. Se trata de dominar absolutamente el pensamiento de todos y cada uno de los miembros de la especie humana.

La moderna inquisición es una formidable máquina de discriminar, apartar, marginar (Millones de seres humanos no acceden al agua potable, al trabajo digno, a la educación), condenar (Listas negras de grupos políticos disidentes a los que la llamada “Comunidad Internacional” les niega el pan y la sal), secuestrar (La CIA, y otras organizaciones como ella, secuestran gentes de todo tipo y condición, en cualquier lugar del mundo, bajo cualquier bandera, con absoluta impunidad), torturar (Cárceles secretas por toda Europa, guantánamos, Abbu Grahib…), y matar (lluvia de fuego, asedios de hambruna, envenenamientos por enfermedades inducidas: sida, cólera, dengue…). Máquina de una eficacia inusitada como jamás haya existido sobre la faz de la Tierra. Y todo ello en nombre de la

nueva y absoluta VERDAD: la Eficiencia del Mercado.


Extraído de:

CONVERSACIONES FILOSÓFICAS CON MI PAREJA

El ocaso de los liderazgos

Marno Ridao


Fidel Castro. Reflexiones